En mi memoria el final de los años 80 y principios de los 90 como los mejores años de mi vida en cuanto a la música que escuchábamos. Podíamos variar de estilo musical en segundos, pero siempre había algo que nos hacía volver al rock and roll, y eso se nos notaba hasta en la forma de vestir.
En los 80 surgieron grupos aun más salvajes y rápidos que los de los años 50 en una oleada
que se ha dado en llamar neo-rockabilly. En la década de
los 90 se vuelve al estilo original con la búsqueda de una sonoridad de época.
Yo recuerdo perfectamente esa época en la que nos hacíamos tupes, vestíamos intentando imitar a los rockers poniéndonos chupas de cuero y corbatines y presumíamos con pines de banderas sureñas. (Qué mezclas de ropas... entre pijerío e intentar estas imitaciones salíamos a la calle que dábamos miedo, jeje)
Y por supuesto ¡YO TUVE UNOS CREEPERS!
Este zapato conjuga un corte clásico, de líneas
masculinas, con un toque agresivo como es la suela plana de unos 6 cm como mínimo.
Os voy a contar su historia:
El origen de los creepers está
en el ejército. Los soldados ingleses de la II Guerra Mundial que estaban
destinados en África utilizaban botas de ante con la suela más potente posible
para protegerse del frío del desierto. De la evolución y
adaptación al medio de esas suede boots, nacieron los creepers. Meses
más tarde, cuando los soldados volvieron de permiso a Londres para
disfrutar de la noche inglesa, se les bautizó como brothel –burdel, en inglés creepers.
En los 50 empezó el mito. El momento en que un teddy boy los
eligió para completar su look de pantalones súper ajustados y un punto
tobilleros, de las corbata súper finas, de los tupés y de las camisas de color
eléctrico nació un icono.
George Cox fue el primero en crear unos creepers que
se convirtieron en objeto de coleccionista y los llamó Hamilton.
En los 70 se volvieron punk. En el momento en el
que Malcom McLaren los decidió poner a la venta en la mítica Let
It Rock –la tienda que compartía conVivienne Westwood– su historia sufrió
un viraje. McLaren había pensado en los teddy boys, pero les encantaron a los punkis.
De los fans de los Sex Pistols pasaron a los que bailaban ska, psychobillie y grease.
En los 80 empezó el reinado de Underground,
la firma que se ha convertido en su máxima valedora.
El momento clave en el
renacimiento de los creepers es el desfile de Armand Basi One de otoño/invierno 2009.
De Armand Basi se
pasó a los ideados por Ashish, customizables con tipp-ex, de estos a los de Mugler y Cassete Playa y de ellos, a los de Prada de primavera/verano 2011 y los de Crucero 2013 de Chanel.
¿ Qué os parecen? ¿No son música por todos los sitios?
¡¡YO VOLVERÉ A TENER UNOS CREEPERS!!
Just a message...be different ;)
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