In order to be irreplaceable, one must always be different (Coco Chanel)

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viernes, 8 de noviembre de 2013

El saber estar

Hoy retomo el blog con la idea de plasmar mis curiosidades, como ya lo hacía, pero esta vez intentaré llevar un orden y no descuidarlo en la medida de lo posible. Para ello empezaré de cero.


En esta primera entrada, voy a hablar del SABER ESTAR. Sí, un concepto un poco efímero si tenemos en cuenta que nos acordamos de ello muy de vez en cuando. 





En los tiempos que vivimos parece que está muy de moda ser una persona con clase. Esto es importante, sí, pero estamos identificando la elegancia y el estilo con el hecho de llevar ropa de Chanel y bolsos de Loewe o conducir un Porsche.

Yo creo que nos estamos confundiendo... ¿Qué nos está pasando? 

El mundo de la Empresa es un ejemplo. Si nos fijamos en ella, como buen reflejo de lo que ocurre en la calle, se han perdido muchos de los valores personales que tenían los profesionales. Hemos avanzado de manera prodigiosa, hemos mejorado nuestras comunicaciones y los sistemas de trabajo, y no hay día en el que no nos encontremos con algún descubrimiento nuevo encaminado a perfeccionar los procesos productivos. 

En las relaciones humanas, en el contacto personal, ha sucedido todo lo contrario: hemos sufrido un retroceso importante y preocupante. La sociedad en general, y la española en particular, ha cambiado su modo de vida. La alta competitividad que impone una sociedad de consumo globalizada, hace que no se respeten normas y principios que, hasta hace poco, eran el referente de todo comportamiento social y humano.Cada día es más habitual comprobar cómo se van perdiendo las formas y las normas de conducta en la actividad diaria. Cómo las personas dejan a un lado su buena educación (si es que en algunos casos la han llegado a tener) y el respeto a las mínimas normas de comportamiento y urbanidad. Cada vez más, la mala educación, la ausencia total del respeto a las mínimas normas de cortesía, la carencia de formas y la desaparición de una etiqueta en las relaciones laborales se están imponiendo. Se anteponen los principios de cantidad (cuanto más tengo, más valgo) a los de categoría (cuanto más sé, más se me valora)

El panorama de la mala educación es algo muy real y bastante importante como para dejar la cuestión en los famosos cubiertos adecuados para el postre, los veraneos en tal o cual sitio o si hay que decir "cuarto de baño" en vez de "servicio", porque esto último es un horror y sólo lo dicen los horteras. Más allá de los horteras, siempre han existido los cursis, y la educación no tiene que ver ni con unos ni con otros, aunque hoy los cursis vuelvan a estar muy bien vistos en los salones y en las redacciones comme il faut (aunque vayan de progres, que todo es posible).

Tenemos ejemplos por todos los sitios: la falta de respeto a las personas mayores (propios padres incluidos, maestros y profesores mención aparte), el trato de algunos chicos a algunas chicas (¡y al revés!), las preguntas más indiscretas en revistas, periódicos, programas de televisión, que son respondidas sin sonrojo ni molestia por famosos y personas de a pie. 

En fin, en resumidas cuentas, para ser una persona con clase, lo más importante es la actitud. Existen hoy en el panorama actual personajillos que no tienen nada que ver con la elegancia aunque salgan todas las semanas en el Hola. No tienen educación, ni buenas maneras y así, en mi humilde opinión, no se va a ningún sitio. Sí, buenas maneras, urbanidad, que se llamaba antes: conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras.


Eso es lo que nos lleva a todos los sitios, el saber estar, la urbanidad y las buenas maneras. Si quieres ser una persona con clase, invierte en seguridad en ti misma, en formación profesional y sobre todo personal. 

Partiendo de aquí serán las entradas siguientes...

Just a message... be different  ;)





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